
El Gobierno alemán concede desde este lunes una ayuda extra a las familias alemanas para afrontar las consecuencias económicas de la crisis generada por la pandemia de coronavirus. En concreto, paga 300 euros por hijo a los padres de 18 millones de niños que viven en el país para fomentar el consumo y reducir la repercusión de la situación en el día a día de los menores.
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