
Un estudio publicado por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, dependiente del Ministerio de Igualdad, considera que el rosa es “un color que oprime y reprime a las niñas” cuando se emplea en los juguetes.
“La diferenciación y opresión del color rosa sobre las niñas es una constante”, menciona el estudio, que observa que “la tonalidad principal para las niñas se fundamenta en el color rosa y su presencia domina tanto el lugar de venta como el embalaje de los juguetes a ellas dirigidos”.
Además, según refleja el informe el rosa es “un color que justifica a menudo el encarecimiento del producto: aun no siendo mayoritario, se ha podido detectar que algunos juguetes cumplen esta pauta impuesta por el marketing de género: ‘si es de color rosa, pagas más'”




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