
El país europeo vive una segunda ola dramática de coronavirus y, al disponer las nuevas reglas para el encierro, inserta la figura del ‘compañero de mimos’, que es una “ayuda fundamental para mantener la salud mental de los confinados”. Así lo definió el primer ministro belga. quien, comunicando el inicio del encierro, explicó: “La única respuesta es proteger el sistema de salud y para ello debemos evitar en lo posible cualquier contacto físico”.
Sin embargo, contempla una excepción: “Cada miembro de la familia tiene derecho a un ‘compañero de mimos’. Las familias solo deben invitar a uno de ellos a casa a la vez. No se puede recibir otra visita domiciliaria. Hay una excepción para los que viven solos: pueden invitar a otra persona además de su contacto de abrazos, pero no al mismo tiempo”.




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