El cuerpo de un joven rinoceronte lanudo fue hallado el pasado agosto en perfecto estado en el permafrost junto a un río al este de Siberia, después de pasar 20.000 años congelado.

El rinoceronte, de unos tres o cuatro años, lucía pelo grueso color avellana y presentaba un cuerno, que se encontró junto al cadáver. Un ejemplar juvenil que se ha convertido en el mejor conservado hasta la fecha, presentando muchos de sus órganos internos, incluidos los dientes, parte de los intestinos, un bulto de grasa y tejidos, intactos durante miles de años.

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