
Cerca de 5.000 ciudadanos marroquíes, entre los que habría 1.500 menores, han accedido irregularmente a Ceuta desde la madrugada de este lunes ante la pasividad de las Fuerzas de Seguridad del país vecino, lo que ha llevado al desbordamiento de la capacidad de acogida de la ciudad autónoma. Esto se ha saldado con el fallecimiento de un adulto ahogado al intentar llegar a la costa ceutí.
Se considera que esta avalancha de llegadas es una manera del gobierno marroquí de presionar al Ejecutivo español después de que nuestro país haya acogido, por razones humanitarias, a Brahim Gali, líder del Frente Polisario Saharaui. Por ello, España está desplegando al Ejército en la frontera para revertir la situación. Además, el Gobierno ha anunciado un “refuerzo inmediato” de 200 agentes, entre Guardia Civil y Policía Nacional, para frenar las llegadas.
Escuchamos al presidente ceutí, José Luis Vivas, pidiendo contundencia:




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