Aquel que tenga hijos en edad escolar sabe que casi tan ‘obligatorio’ como comprar los libros de texto es formar parte del grupo de WhatsApp de padres y madres de los alumnos de la clase.
Aunque se supone que estos grupos son para compartir información útil para los niños y sus familias, a veces las conversaciones derivan a otros derroteros no siempre agradables, hasta llegar al punto de que se produzcan peleas.
Es lo que ocurrió la semana pasada en la localidad argentina de Caseros, provincia de Buenos Aires, donde dos padres acabaron a palos en la puerta de la escuela después de una discusión surgida en el grupo de WhatsApp de la clase. Uno de los padres perdió un ojo en la refriega y el otro acabó detenido.
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