Las autoridades de México han encontrado un nuevo centro de exterminio en unos terrenos de Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, donde el crimen organizado ejecutaba y calcinaba a sus víctimas.
En el terreno han sido encontrados documentos de identidad, ropa, hachas y teléfonos, y se supone que había sido utilizado de manera reciente ya que todavía humeaban algunos barriles usados para quemar cuerpos de personas.
Solo durante 2021, se estima que más de 80 personas, tanto de México como de Estados Unidos, han desaparecido en esta zona como consecuencia del recrudecimiento de la violencia por la disputa entre grupos criminales y la llegada del poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación. Hasta ahora se han recuperado, al menos, 500 kilos de restos óseos calcinados.




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