Un acusado de intentar matar a un okupa por dejar que su perro entrara en su parcela en el madrileño distrito de Puente de Vallecas ha negado en el juicio que tuviera intención de acabar con su vida, si bien ha reconocido que prendió fuego a la manta en la que dormía al ir “drogado y borracho”.
Por estos hechos, el fiscal solicita 17 años de prisión para el encausado, de etnia gitana, por un delito de incendio y otro de asesinato en grado de tentativa.
Además, reclama una indemnización de 300.000 euros para la persona que resultó herida por las lesiones y secuelas padecidas.
Comparte esta noticia




iVoox