
A pesar de la buena intención, el resultado ha sido fatal. Una ballena varada en la playa de Lenga, en la provincia de Concepción (centro de Chile), ha muerto a consecuencia de la manipulación humana de quienes intentaron devolverla al mar.
Así lo concluye la necropsia que han llevado a cabo los expertos de la Facultad de Medicina Veterinaria del Centro de Estudios de Mastozoología marina y del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción. El informe recoge que “la ballena del tipo sei, hembra de 11,5 metros de largo y aproximadamente ocho toneladas de peso, varó afectada por una parasitosis digestiva masiva, con evidencia de desnutrición y anemia”.
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