
Rusia y China afianzaron ayer su alianza frente a Occidente. Sus presidentes, Vladimir Putin y Xi Jinping, se estrecharon la mano en la víspera de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái y el líder chino instó a Putin a liderar juntos el mundo.
Jinping, que se refirió a Putin como “querido amigo”, aseguró que Pekín “desea trabajar con Rusia para darse mutuamente un fuerte apoyo” en cuestiones que conciernen a sus respectivos intereses, y abogó por “expandir la cooperación práctica” entre ambos países.
Putin, por su parte, recibió con agrado el apoyo del gigante asiático y se lo devolvió defendiendo los intereses chinos en Taiwán, foco de conflicto este verano entre China y Estados Unidos.
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