
La muerte de Mahsa Amini, la joven iraní de 22 años fallecida el pasado viernes a consecuencia de un infarto y un coma sufridos el martes en una comisaría de Teherán, está provocando altercados y protestas en todo el país.
La joven estaba detenida por la llamada Policía de la moral por no llevar bien el velo, incumpliendo una de las estrictas reglas impuestas desde la revolución islámica de Irán de 1979, que exigen que las mujeres se cubran el pelo en público.
Las protestas se extendieron por la capital provincial y continuaron hasta altas horas de la noche. Además, fueron muchos los manifestantes que se enfrentaron a la policía antidisturbios arrojando piedras o quemando neumáticos.
La Policía de Irán calificó ayer la muerte de Mahsa Amini como “un incidente desafortunado” y afirmó que es falso que la joven fuese “golpeada” bajo custodia.




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