
El Estado tendrá que inyectar 38.612 millones de euros procedentes de sus ingresos para tapar el agujero que dejará en las cuentas de la Seguridad Social el pago de las pensiones. Estos casi 39.000 millones de euros son la diferencia entre los ingresos por cotizaciones sociales de los trabajadores y el gasto total en pensiones, que se elevará un 11,4% tras la revalorización con el IPC.
Según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presentó ayer en el Congreso de los Diputados, la Seguridad Social ingresará 152.075 millones de euros en cotizaciones sociales el próximo año. El Estado espera obtener más ingresos en cotizaciones por el aumento de las bases máximas y por el avance del empleo, que confía en que se prolongue también en 2023. Sin embargo, el organismo que dirige José Luis Escrivá tendrá que hacer frente a una factura en concepto de pensiones que se elevará hasta los 190.687 millones y que se comerá el 39% de todo el gasto previsto en las cuentas públicas.




iVoox