La pelea entre un padre y un hijo acabó ayer en tragedia en la pequeña localidad de Argamasilla de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real. Sin que se conozca aún el desencadenante, el enfrentamiento familiar desembocó en que el hijo se atrincherase en la casa y comenzase a abrir fuego de forma indiscriminada hacia el exterior. El balance final fue de tres muertos, entre ellos el autor de los disparos; y otras tres personas heridas, entre ellas el padre del tirador.
El primer fallecido fue un agricultor vecino que intentó mediar en la discusión. La segunda víctima mortal, uno de los policías municipales del operativo desplegado para intentar neutralizar al agresor. El agente llevaba catorce años en el cuerpo, estaba casado y tenía una hija pequeña.
El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial, en los que las banderas ondearán a media asta. Asimismo se ha convocado un minuto de silencio a las doce del medio día del día de hoy para que la ciudadanía pueda mostrar su solidaridad con los allegados de las víctimas.
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