El diario The Sun reveló ayer que la exprimera ministra de Reino Unido, Liz Truss, estaba “obsesionada con los informes meteorológicos” en sus últimos días en el cargo por temor a que una prueba nuclear de Vladimir Putin pudiera enviar radiación al país.
A Truss le inquietaba que los fuertes vientos pudieran arrastrar material radiactivo de una posible explosión en el Mar Negro a Gran Bretaña, al igual que el desastre de Chernobyl en el año 1986.
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