El próximo lunes arrancará el juicio contra la madre que después de haber dado a luz, embolsó y ocultó a su hijo en una caja de cartón en el almacén del bar donde trabajaba en Albacete. La Fiscalía le hace responsable de un delito de asesinato con agravante de parentesco, para la cual piden prisión permanente revisable.
Cuando la acusada supo que se encontraba embarazada trató de abortar sin conseguirlo, por lo que continuó con el embarazo ocultándolo.
Finalmente dio a luz mientras desempeñaba su trabajo como camarera. Se introdujo en un almacén donde el niño nació con vida. Acto seguido expulsó la placenta y cortó el cordón umbilical desgarrándolo. Con la intención de ocultar el nacimiento escondió al bebé junto con la placenta en una bolsa de colillas y restos de basura, y no solo no anudó el cordón umbilical para evitar que se desangrara, sino que además extrajo todo el aire de la bolsa antes de atarla. Tras esta maniobra dejó el feto en el almacén.
La acusada, asustada por la sangre que salía de su cuerpo, avisó a un amigo. Cuando llegó la ambulancia la explicación que dio fue que la sangre provenía de un bulto.
Ya de madrugada y tras un examen ginecológico, la acusada insistía en que no había parido pese a presentar síntomas evidentes. Desde el hospital se dio aviso a la Policía Nacional. Ya de madrugada, y sin la colaboración de la madre, encontraron el cuerpo sin vida del bebé.




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