El Gobierno de la ultraderechista italiana Giorgia Meloni mantiene el pulso con las ONG que socorren personas en el Mediterráneo, al efectuar en las últimas horas un segundo desembarco selectivo, el de la nave de Médicos Sin Fronteras, mientras que SOS Humanity ha recurrido ante la Justicia el decreto que solo permite que abandonen las naves los más vulnerables.
Un total de 357 personas, en su mayoría mujeres y niños, han podido abandonar su barco en un puerto de Sicilia. Quedan en el navío 215 naúfragos y, a tenor de las nuevas disposiciones del Gobierno, deberán abandonar las aguas territoriales italianas en las próximas horas.
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