Un turista neozelandés perdió la vida el pasado martes al caer desde un tren a un acantilado en la provincia tailandesa de Kanchanaburi, a unos 140 kilómetros de Bangkok, en un viaje que recorre la ruta del conocido como ‘tren de la muerte’.
El viajero, de 45 años, abrió la puerta del vagón para sacarse una fotografía selfie. Entonces se resbaló y cayó desde 8 metros de altura mientras el tren cruzaba un puente.
Los equipos de rescate encontraron al turista con vida tras llegar al lugar, de difícil acceso, pero no pudieron reanimarlo.
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