Más de 135.000 personas ya han entrado a la basílica de San Pedro para despedir a Benedicto XVI, en los dos días que por ahora lleva abierta. Más de 65.000 personas velaron al pontífice emérito el pasado lunes, cuando se expuso el cuerpo en la basílica, y otras 70.000 lo hicieron ayer.
El difunto papa emérito descansó dentro del templo sobre un catafalco, cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja, y con una mitra blanca adornada en la cabeza. Además, se encontraba en sus manos un rosario entrelazado.
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