Lo que empezó como una tarde de juego en una sala de recreativos de Veracruz (México) terminó en tragedia. Un niño de diez años mató de un disparo en la cabeza a su compañero de clase, Samuel, después de haber perdido varias partidas. El menor se marchó del local en dirección a su casa, cogió una pistola de su domicilio y volvió para dispararle.
Los hechos tuvieron lugar este domingo en una zona muy pobre de la región, donde se dan muchos casos de homicidios entre bandas criminales. Ante lo ocurrido, la Fiscalía y la Policía Ministerial abrieron una investigación. Cuando acudieron a la casa del niño agresor la familia ya no estaba, según las autoridades.
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