Una mujer condenada en 2008 a cadena perpetua por haber degollado a sus cinco hijos, ha muerto por eutanasia en un hospital de la región de Valonia, sur del país.
La mujer había pedido y obtenido “la eutanasia por sufrimiento psicológico sin esperanzas”.
Tras degollar a los niños con un cuchillo, la mujer intentó sin éxito quitarse la vida, llamó por teléfono a los servicios de socorro y dejó dos notas manuscritas en la puerta de su casa con el mensaje “llamar a la policía”.
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