Los asalariados son los grandes perdedores de la crisis inflacionaria que lleva más de año y medio erosionando el poder adquisitivo de los españoles. Desde 2020, los sueldos de los empleados públicos y privados han sufrido una fuerte devaluación. Las empresas han recuperado los márgenes de beneficio anteriores al covid, y la renta de los pensionistas ha quedado blindada por la vuelta a la revalorización conforme al IPC.
Desde 2019 hasta 2022, los salarios negociados por convenio colectivo han registrado una subida casi del 6%. Un incremento que si tenemos en cuenta el alza registrada hasta ahora en los convenios con efectos en 2023 (del casi 3%), alcanza el 9%. Mientras que en ese mismo periodo los precios del consumo se habrán disparado hasta casi el 16%.
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