Una mujer de 87 años ha muerto en Mánchester, Reino Unido, por “hipotermia profunda” al no querer poner la calefacción por miedo a una abultada factura energética.
La mujer se negaba a encender la calefacción a pesar de las súplicas de su familia.
El nieto que avisó a emergencias cuando la vio tendida en el suelo sin poder hablar y cuando los médicos llegaron a la vivienda, se encontraron a la señora con una temperatura corporal de solo 28 °C, en comparación con los 37 °C normales.
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