Las autoridades de la ciudad de Essen, en el oeste de Alemania, evacuaron el pasado miércoles a cerca de 11.000 personas para desactivar una bomba de dimensiones inusuales y que data de la II Guerra Mundial.
La operación para inutilizar la bomba, que fue descubierta el martes en el distrito de Stoppenberg, supuso, además, que otras 27.000 personas tuviesen que seguir los protocolos de protección del aire durante la desactivación.
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