
La dirección de CaixaBank ha planteado este martes a los sindicatos un ajuste de casi el 19% de la plantilla, es decir, 8.291 personas. Esta reducción de empleo supondría que el nuevo banco fusionado con Bankia pasara de los 44.400 trabajadores actuales a 36.109.
Los ajustes afectan a CaixaBank España, no a las filiales del grupo en el extranjero. Se trata del mayor ERE de la historia de la banca española y el tercero del sector empresarial tras los realizados por Telefónica y Seat.
El ERE afectará principalmente al personal de las oficinas, puesto que se cerrarán más de 1.500, un 27% de la red total. El banco argumenta este ajuste asegurando que se se llevará a cabo por cuestiones productivas y organizativas; la existencia de tipos negativos desde 2016 hasta, previsiblemente, 2025, lo que seguirá reduciendo los márgenes financieros; y la digitalización de los clientes, que reduce la necesidad de mantener parte de las oficinas.




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