El pulso de fuerza entre Disney y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha escalado con la presentación de una demanda judicial en la que el gigante del entretenimiento afirma ser víctima de una campaña de “castigo” orquestada por el líder republicano y otras autoridades floridanas.
Walt Disney World ha demandado a DeSantis y otros funcionarios por una “campaña orquestada” que constituye una “amenaza” para sus “operaciones comerciales” y “su futuro económico” en una región donde tiene un complejo de parques temáticos y hoteles con una fuerza laboral de más de 70.000 personas y que genera 1.200 millones de dólares en impuestos al año.
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