Oregón se convirtió este lunes en el primer estado de Estados Unidos en despenalizar la posesión de pequeñas cantidades de drogas duras, considerándola como una infracción civil que conlleva una multa económica y la posibilidad de evadirla con una “evaluación de salud”.

La ley entra en vigor en un momento crítico ya que las sobredosis se han disparado en un 70% en el estado desde que la pandemia de COVID-19 comenzara en marzo del año pasado.

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