Ferrovial celebró ayer jueves una junta de accionistas trascendental para su futuro en la que no hubo sorpresas y logró el respaldo de los accionistas para el traslado de la sede social del grupo de España a los Países Bajos, pese al fuerte rechazo que ha suscitado en el seno del Gobierno.
Los votos de los accionistas dieron el apoyo necesario a la compañía que preside Rafael del Pino, primer accionista del grupo con un 20,4%, para sacar adelante su proyecto de fusión transfronteriza, por el que Ferrovial pasará a ser absorbida por su filial holandesa FISE, que desde hace tiempo es la cabecera del negocio internacional del grupo.
El presidente de Ferrovial destacó la “seguridad jurídica” tanto en España como en Europa para que la operación pueda materializarse de acuerdo con la legalidad vigente y sin obstáculos.




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