Francia no acepta la reforma de las pensiones de Emmanuel Macron y se lo hace saber en la calle. Lyon o París marcan las principales movilizaciones, pero en Bayona ya ha habido además importantes disturbios. En cambio, el presidente Macron va a seguir adelante con la medida “por el bien del país”.
La tensión en Francia es máxima y los agentes han acabado cargando con gas pimienta para dispersar a la gente en algunas de las manifestaciones y evitar el bloqueo de las carreteras en algunas zonas. Los choques con los antidisturbios se han ampliado a las calles de la capital.
Se han lanzado proyectiles a las fuerzas del orden, que respondieron con gases lacrimógenos durante el recorrido entre la plaza de la Bastilla y la Ópera donde terminó la marcha. En algunos puntos, provocaron incendios aprovechando la basura acumulada en las calles por la huelga de recogida que dura ya más de dos semanas, lo que obligó a intervenir a los bomberos. En ese contexto ha habido decenas de detenidos.




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