A poco más de veinte días de que se cumpla un año desde el estallido de la guerra, la respuesta de Europa contra la invasión de Ucrania por parte de Rusia vive un nuevo capítulo. Ayer entraba en vigor el veto a la importación de productos derivados del petróleo ruso acordado en el plan de sanciones contra Moscú. La medida afectará directamente a la gasolina y, sobre todo, al diésel, por lo que todo apunta a que en las próximas semanas se encarecerá el precio de ambos carburantes, que desde el comienzo del año ya arrastran una subida superior al 15%.
El litro de diésel podría llegar a los 2,2 euros en España. La importación de petróleo ruso por barco lleva prohibida en la Unión Europea desde principios de Diciembre. Sin embargo, este veto tenía resquicios, ya que no afectaba al crudo ruso importado por otros medios -oleoductos, generalmente- y tampoco a los productos derivados del codiciado oro negro, tales como plásticos, plaguicidas, fertilizantes y, sobre todo, carburantes.




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