
Un hombre residente en Worcerster ha sido condenado a cuatro años de prisión por violación tras descubrirse que había agujereado el preservativo que utilizó con su pareja sin comunicárselo. El caso es del año 2018, cuando la mujer encontró alfileres y varios ejemplares más de condones pinchados en la mesita de noche de él tras tener relaciones.
Para cerciorar sus sospechas, se dirigió a la basura para buscar el que acababan de usar y lo descubrió pinchado. En su defensa, el hombre reconoció que era “la cosa más estúpida que jamás había hecho” y aseguró que su objetivo no era embarazar a su pareja sino que esperaba que el profiláctico “se rompiese y mejorase el sexo”.
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