Ucrania continuó en el día de ayer su contraofensiva ante Rusia, recuperando territorios que hace apenas unas semanas estaban controlados por las tropas de Moscú. El objetivo ahora es extender al Donbás y Jersón el éxito que han tenido sus operaciones en Járkov.
Rusia, por su parte, parece haber cambiado de estrategia después de quedar patente que la mayor parte del noreste de Ucrania bajo control de las tropas rusas sigue “altamente vulnerable” a las continuas contraofensivas ucranianas. En este sentido, los analistas opinan que es posible que Moscú haya decidido renunciar a la defensa de estas zonas para priorizar la protección de las ganancias territoriales en el sur.
Esta estrategia tiene sentido, puesto que las regiones sureñas de Jersón y Zaporiyia son un terreno clave tanto para Rusia, como para Ucrania, mientras las áreas agrícolas escasamente pobladas en el noreste lo son mucho menos.
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