Un conocido empresario valenciano del sector hostelero fue torturado en su chalet de Bétera (Valencia) la noche del 7 al 8 de diciembre. Cuatro hombres se hicieron pasar por agentes de la Guardia Civil e irrumpieron en su vivienda al mismo tiempo que este entraba en casa.
Una vez dentro, y ante la mirada de su mujer embarazada, su hijo de veinte meses y la cuidadora, le maniataron y aplicaron descargas eléctricas con un táser y un collar. El objetivo de los asaltantes era llevarse el dinero en efectivo de la casa, pero tan solo se marcharon con dos relojes de alta gama. El empresario declaró “Me intentaron quemar vivo porque no se creían que no hubiera dinero en la casa”.
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